Así lo dio a conocer el oficial Instituto Nacional de Estadísticas (INE), según el cual en agosto nueve de las 12 secciones que componen la canasta del IPC mostraron incrementos en la variación mensual de los precios y mientras que las restantes presentaron alguna disminución.
El ente estadístico señaló que entre las divisiones con aumentos en sus precios sobresalieron la de restaurantes y hoteles con 1,8 por ciento y vivienda y servicios básicos con 0,9.
En la banda contraria, la de mayor reducción de los precios fue la de bebidas alcohólicas y tabaco, con 0,8 por ciento menos.
Entre los productos más afectados por el aumento de los precios figuran el gas licuado con 4,1 por ciento de incremento, y la carne de vacuno, que mostró una subida de 2,9 por ciento.
En lo que va del presente año se aprecia un persistente aumento de los precios al consumidor, que las autoridades achacan en gran medida a la multimillonaria inyección de circulante por la entrega del Ingreso Familiar de Emergencia.
Este ha beneficiado a millones de personas para enfrentar los estragos económicos ocasionados a decenas de miles de familias por la crisis generada por la pandemia de Coviod-19, sobre todo a los sectores más humildes y la clase media.
Otro factor que alega el gobierno es el retiro de un diez por ciento de fondos de pensiones por millones de trabajadores en tres ocasiones, también para hacer frente a la crisis con sus propios recursos y que ascienden en conjunto a más de 30 mil millones de dólares.
Las autoridades temen un recalentamiento de la economía por el aumento de la liquidez y un incremento desmesurado del consumo, y cada vez es más palpable la posibilidad de que el año cierre con una inflación del seis por ciento o más según economistas, cuando la meta del BC es de solo cuatro por ciento.
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