El caso lo sacó a la luz pública un periodista que difundió la foto de la víctima, cuya situación detectó un operador de una cárcel después de padecer la víctima durante casi dos meses encierro, extorsión, maltratos físicos, abusos sexuales y privaciones de alimentos.
Tras conocerse lo acontecido, el comisionado parlamentario para el sistema penitenciario, Juan Miguel Petit, presentó la correspondiente denuncia, y solicitó una reunión con el ministro del Interior, Luis Carlos Heber.
Dijo en rueda de prensa que el hombre estaba ‘con un estado de estrés postraumático parecido al de un náufrago o al de alguien que vivió una penuria extrema’ e instó a los poderes del Estado a enfrentar lo que calificó de ‘grave problema estructural’.
Petit subrayó que trabajará intensamente por este tema y que ya estuvo en contacto tanto con autoridades del Instituto Nacional de Rehabilitación como del Ministerio del Interior, la Fiscalía y el Parlamento y ante ‘el horror humano de lo que hacen a veces las personas hay que responder con diálogo, dignidad y política pública’.
Por su parte Heber dijo sentir ‘vergüenza’ por el preso secuestrado y torturado, y anunció a destitución de director del módulo de la prisión concerniente.
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