Con tan solo dos cucharadas al día el aceite extra virgen reduce la inflamación, mejora el revestimiento de los vasos sanguíneos, previene la coagulación sanguínea excesiva y protege al sistema nervioso garantizando buen estado de ánimo, según la revista Plos One.
Otra publicación científica, Nutrients, aseguró que contiene sustancias que pueden prevenir el cáncer colorrectal y combatir células cancerosas.
Incluirlo en la dieta contribuye a una adecuada función cerebral y es capaz de disminuir las placas beta-amiloides que logran acumularse en las células del cerebro, acto que guarda relación con la enfermedad de Alzheimer.
Un ensayo clínico realizado demostró que el aceite de oliva disminuyó en más de un 40 por el riesgo de padecer diabetes tipo 2, además de reducir en los seres humanos la inflamación y los niveles elevados de glucosa, colesterol y triglicéridos.
También bajó la inflamación que provoca la artritis reumatoide y disminuye el estrés oxidativo que presentan algunas personas con esta enfermedad.
Otro de los beneficios del aceite de oliva -aseguraron las fuentes- es que aporta nutrientes capaces de inhibir o matar a algunas bacterias, como la Helicobacter pylori, una bacteria que vive en el intestino y puede generar úlceras y cáncer de estómago cuando no es eliminada.
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