La prosecución por parte de Atenas de una política de armamento y de aislamiento contra nuestro país en lugar de la cooperación es problemática, afirmó la cancillería turca.
Un comunicado emitido al respecto expresó que esa política puede ser perjudicial tanto para Grecia como para la Unión Europea y constituye una amenaza potencial para la estabilidad y la paz regional.
El documento es la primera reacción oficial de Ankara tras la venta de tres fragatas francesas a Atenas a partir de un acuerdo bilateral para el establecimiento de una ‘asociación estratégica’ en el mar Mediterráneo.
El objetivo del pacto es reforzar las capacidades defensivas europeas, según el presidente francés, Emmanuel Macron, quien subrayó que el convenio permitirá que las dos naciones actúen juntas ‘por la paz y la seguridad’ en Oriente Medio, África y los Balcanes’.
De su lado el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, afirmó que el acuerdo no va en contra de Turquía.
El documento prevé una cláusula de asistencia recíproca en caso de una agresión armada.
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