Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) fueron impuestas en 1981 cuando el régimen de Augusto Pinochet pasó a empresas privadas la gestión de los retiros, con excepción de las de los militares y carabineros.
El sistema, ideado por el entonces ministro de Trabajo, José Piñera, hermano del actual presidente, Sebastián Piñera, obliga a los trabajadores a depositar el 10 por ciento de sus salarios en las AFP.
Estas empresas, además de cobrar comisión, obtienen cuantiosas ganancias por invertir en Chile y en el exterior los ahorros, que suman más de 200 mil millones de dólares.
Eliminar este modelo de seguridad social, por las pírricas jubilaciones que otorga, es una de las principales demandas del movimiento ‘No más AFP’, consolidado en 2016, y varios analistas coinciden en que la virtual aprobación de un cuarto retiro de pensiones podría conducir al inicio de su desmantelamiento.
Esta semana el Senado deberá someter a votación el proyecto que permitiría a los afiliados extraer de los fondos 10 por ciento del monto de sus ahorros, al igual que se hizo con los tres retiros anteriores, para enfrentar la crisis generada por la pandemia de la Covid-19.
La iniciativa, presentada por la oposición, fue aprobada el 28 de septiembre por la Cámara de Diputados, donde contó con 94 votos a favor (uno más del necesario), 39 en contra y nueve abstenciones.
A pesar de las presiones del gobierno, 17 parlamentarios del oficialismo apoyaron la propuesta que, de prosperar en el Senado, permitiría a 10 millones de ahorristas retirar de las AFP entre mil 289 y cinco mil 650 dólares, en dependencia de lo acumulado.
En esta ocasión el proyecto incluye a los pensionados con rentas vitalicias y autoriza la extracción de hasta el 100 por ciento de los fondos a quienes certifiquen enfermedades catastróficas o de alto costo.
El debate en el Senado se avizora arduo, sobre todo si se toma en cuenta que el cuarto retiro implica una reducción del 40 por ciento de los fondos de las aseguradoras y hay muchos intereses creados en torno a estas empresas y los recursos que manejan.
En el país existen en la actualidad varias administradoras de fondos de pensiones y la más grande de ellas, AFP Provida, concentra un tercio de los cotizantes y es propiedad de la compañía de Estados Unidos MetLife.
Otras aseguradoras como Cuprum y Habitat pertenecen a los estadounidenses Principal Financial Group y Prudential Financial, respectivamente; y Plan Vital a Assicurazioni Generali, de Italia.
Recientemente, el gremio de aseguradoras de Estados Unidos llamó a los políticos chilenos a no aprobar el retiro de las rentas vitalicias y amenazó con llevar el tema hasta el Grupo de los 20.
El tema se instaló de lleno en la campaña con vistas a los comicios presidenciales del 21 de noviembre, donde también serán elegidos diputados, senadores y consejeros regionales.
Un total de siete candidatos aspiran al Palacio de la Moneda, pero hasta ahora las encuestas ubican en primer lugar al aspirante del bloque de izquierda Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, y en segundo a Sebastián Sichel, de la coalición oficialista Chile Podemos Más.
Sichel fue uno de los principales detractores de la política de retiros y hasta llegó a presionar a los parlamentarios de su alianza para que votaran en contra, sin embargo, poco después tuvo que reconocer públicamente que extrajo 10 por ciento de su fondo de pensión.
Acorralado por el escándalo y en un gesto inesperado, declaró posteriormente que, en caso de aprobarse en el Senado el cuarto retiro, propondría retirar el 100 por ciento de los depósitos de las AFP para evitar que fueran ‘expropiados’.
Analistas consideran que con esta posición no sólo quedó en entredicho su liderazgo en la coalición, sino también su credibilidad, y de ahí que algunos lleguen incluso a cuestionar su pase a una segunda ronda en los comicios presidenciales.
En cuanto al candidato de izquierda, Gabriel Boric, su planteamiento es sustituir las AFP por un modelo que otorgue jubilaciones dignas a todos los chilenos.
‘Llegó la hora de terminar con las AFP. Proponemos un nuevo sistema de pensiones con libertad para decidir dónde ahorrar y respeto de los ahorros actuales, y que éstos crezcan con el tiempo según lo trabajado dentro o fuera de la casa, sin discriminación’, escribió Boric en su cuenta de Twitter.
Los debates de los próximos días en la cámara alta serán cruciales para saber si se gana la pulseada entre quienes se oponen a un nuevo retiro de pensiones y los que defienden esta medida, que a la postre podría conducir a cambiar o enterrar el viejo sistema previsional.
ga/car
