Por ello, sus integrantes marcharon en ocasión del Día Internacional del Hábitat desde el ministerio de Economía y Finanzas hasta la Torre Ejecutiva bajo el lema ‘Estado ausente, pueblo presente’.
A esta demostración se unieron la Federación de Cooperativas del Programa de Vivienda Sindical, la Red de ollas populares y la Asociación de Funcionarios del Instituto de Colonización, en una causa común.
Los participantes coincidieron en el reclamo de que ‘la problemática de los asentamientos y de los colones merecen políticas públicas serias y de fondo’.
En tales términos se opusieron a la intención del presidente de la nación, Luis Lacalle Pou, de desviar en fideicomiso fondos del Instituto Nacional de Colonización que son necesarios para adquirir tierras y otorgarlas en arriendo a familias rurales desposeídas.
Al propio tiempo, los recursos financieros a extraer son de un monto de 30 millones de dólares, insuficientes para la dimensión del fenómeno social de los asentamientos irregulares, que para enfrentarlo se requiere más de mil millones de dólares.
Los críticos legisladores del opositor Frente Amplio lo describieron como ‘vestir un santo desvistiendo a otro’, observación a la que se sumaron algunos senadores de los oficialistas partidos de coalición Nacional, Colorado y Cabildo Abierto.
Escaso tiempo queda para negociar otra alternativa de financiación paliativa de los asentamientos, sin afectar la colonización agraria y culminar de deliberar en torno a los 315 artículos del polémico proyecto de Ley de Rendición de Cuentas presupuestal del Poder Ejecutivo.
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