Abe, a quien acusan de usar la fiesta en beneficio de sus intereses al invitar a cientos de sus seguidores, afirma que no violó ninguna ley, durante una sesión de la Dieta.
«La afirmación de que se ha violado la ley electoral de los cargos públicos no es cierta», dijo Abe en la Cámara Baja del parlamento.
Los partidos de oposición sostienen que la festividad, financiada con fondos públicos, fue realizada el año pasado como parte de la campaña electoral del primer ministro y que la mayoría de los invitados eran simpatizantes del bloque gobernante.
«Si Abe continúa en el cargo actual sin aclarar las acusaciones, la moral de nuestra sociedad seguirá dañada», expresó Yukio Edano, líder del opositor Partido Democrático Constitucional, durante la jornada parlamentaria.
«Le recomendamos que renuncie al cargo de primer ministro», dijo Edano, que junto con Yuichiro Tamaki, otro dirigente del partido opositor, también interrogó a Abe sobre el intento de su administración de introducir casinos en Japón.
Abe negó las acusaciones que se le imputan y movió el debate parlamentario hacia la revisión de la Constitución pacifista de Japón.
Sin embargo, cualquier enmienda debe ser aprobada por una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del parlamento antes de que la propuesta pueda someterse a un referendo nacional.
Los partidos de oposición no han manifestado su apoyo a los planes de Abe.
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