Los medios de esta capital dedican importante espacio a sus declaraciones poco después de su llegada a Munich, Alemania, donde participará mañana en la Conferencia de Seguridad.
Vucic resaltó que se reunió de inmediato con Richard Grenell, embajador de Estados Unidos en Alemania y enviado especial del presidente Donald Trump para las conversaciones Belgrado-Pristina, quien le expresó esa postura de su país, así como por la rápida reanudación de las pláticas, interrumpidas hace más de un año.
Obvió entrar en detalles sobre el encuentro, pero señaló que fue abierto y sincero, lo que calificó de nada fácil para Serbia, y remarcó que Estados Unidos insistió en la más expedita liquidación de ese impuesto, adoptado por Pristina en noviembre de 2018, y en una pronta reanudación del diálogo, mediado por la Unión Europea (UE).
El mandatario reiteró la disposición de Belgrado de volver de inmediato a la mesa de negociaciones, instalada en Bruselas en 2011, pero insistió en que para ello Pristina debe primero poner fin a la medida impositiva, que según cálculos representa pérdidas para Serbia de alrededor de un millón de euros diarios.
Adelantó que mañana se firmará en Munich el acuerdo marco sobre las comunicaciones ferroviarias entre Belgrado y Pristina, lo que sucede al convenio para unir por vía aérea a las dos ciudades alcanzado el mes pasado.
Indicó que se trata de un paso muy significativo pues posibilitará el libre tránsito de las personas y las mercancías.
Preguntado por reporteros sobre otros temas acuciantes de la región, expresó su preocupación por la situación en Montenegro y en Bosnia y Herzegovina y por eso convocó para el sábado en Belgrado a líderes de los nacionales serbios en ambos países vecinos en aras de la preservación de la paz y la estabilidad en la región.
Se trata de la crispación creada en Montenegro por la aprobación en diciembre de una ley sobre libertad de culto que pretende otorgar al Estado la propiedad de todas las instalaciones de la iglesia ortodoxa serbia en ese país.
Otro motivo de inquietud es la decisión del viernes 7 del Tribunal Constitucional de Bosnia y Herzegovina de considerar propiedad del estado todas las tierras del país, incluyendo las de República Srspka, entidad de la etnia serbia (una de las dos que integran el país), lo cual constituye una violación de los acuerdos de Dayton de 1995.
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