Biden se llevó el premio gordo de la jornada al imponerse en Michigan, estado que aporta 125 delegados y en el cual Sanders derrotó sorpresivamente a su entonces rival Hillary Clinton en 2016.
La derrota en Michigan es un golpe importante que disminuye las posibilidades de victoria de Sanders, según analistas.
Mientras hace cuatro años el triunfo en este estado revitalizó su campaña contra la exsecretaria de Estado, la derrota de este martes podría significar el principio del fin de sus aspiraciones presidenciales.
La victoria categórica de Biden en los tres estados puso nuevamente en evidencia su fortaleza entre la clase obrera y los afroestadounidenses, grupos vitales para obtener la nominación demócrata.
Michigan será el escenario de una cerrada disputa en las elecciones presidenciales de noviembre, pues el presidente Donald Trump buscará repetir la sorpresiva victoria que obtuvo en 2016 sobre Clinton por apenas 10 mil 704 votos.
Dakota del Norte, con 14 delegados; Idaho, con 20, y Washington, con 89, aún cuentan los votos.
En la jornada Biden también se impuso con holgura en Mississippi y Missouri.
En los tres estados obtuvo una gran ventaja entre hombres y mujeres, y entre votantes blancos y negros, según el diario The New York Times.
El voto afroestadounidense le ha dado la victoria en varios estados como Carolina del Sur, que llegó tras un desempeño mediocre en Iowa, New Hampshire y Nevada.
El haber acompañado al presidente Barack Obama durante ocho años en la Casa Blanca parece haber jugado a favor de Biden entre los votantes afroestadounidenses frente a Sanders.
El senador por Vermont queda ahora aún más rezagado en la carrera que adelanta por convertirse en el candidato del Partido Demócrata a las elecciones de noviembre, pero aún no da señales de que vaya a abandonar su campaña.
Sanders se quejó el fin de semana de que la élite del partido se le puso en contra y a favor de Biden, después que varios exaspirantes presidenciales anunciaron públicamente su apoyo al vicepresidente.
En cambio, no hizo pronunciamiento público alguno la noche del martes, cuando muchos dentro del partido empiezan a pedirle que desista de sus aspiraciones presidenciales.
Así, el empresario Andrew Yang, quien aspiró hasta febrero a la Casa Blanca y en 2016 apoyó a Sanders, se pronunció sobre la necesidad de que el partido se una cuanto antes para a poyar a Biden.
En tanto, la senadora Elizabeth Warren, otra estandarte del ala liberal del partido, al retirar su candidatura presidencial la semana pasada rehusó apoyar públicamente a Sanders.
Los comentarios de Yang sugieren que diferentes sectores comenzarán a exhortar intensamente a Sanders a desistir cuanto antes con la meta de concederle al equipo de Biden la posibilidad de trabajar desde ya en una estrategia para enfrentar a Trump.
El primero en acumular mil 991 delegados se convertirá en el abanderado demócrata durante la convención del partido que se realizará en Milwaukee en julio.
Sanders lo tiene difícil para darle alcance a Biden, y tal vez solo pueda impedirle llegar al número de delegados necesarios para obtener la nominación antes de la convención, aunque el exvicepresidente llegaría con una clara mayoría.
El calendario se moverá el martes 17 de marzo a cuatro estados que han sido estrechamente disputados en ciclos previos: Arizona, Illinois, Ohio y Florida.
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