Varias dependencias del hospital central fueron alcanzadas por la metralla, dijo la OCHA en un comunicado difundido a través de las redes sociales.
En este devastado país del Mediterráneo oriental dos gobiernos rivalizan por el poder: el GAN, reconocido por la ONU como legítimo, encabezado por el primer ministro Fayez Serraj, y otro, asentado en la ciudad oriental de Tobruk, cuyo grado de autoridad tras la proclamación de Haftar es una incógnita.
El informe desmiente alegaciones del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) según las cuales las tropas leales a Haftar, quien días atrás se proclamó líder del país por mandato popular, estén en retirada.
Hace más de un año las tropas de Haftar iniciaron una ofensiva para desalojar del poder al GAN, el cual resiste el avance con el apoyo de milicias islamistas basadas en la ciudad de Misrata y, en fecha reciente, suministros logísticos y humanos de Turquía.
Desde el derrocamiento del gobierno constitucional por una agresión militar de la OTAN, que además favoreció el asesinato del líder Muammar Ghadafi, este país está sumido en una vorágine de violencia cuyo fin es imposible de pronosticar.
Haftar rehúsa negociar con el GAN, a cuyos integrantes, en su mayoría miembros de la cofradía Hermandad Musulmana, califica de escoria islamista y juró desalojar del país, con el beneplácito de Egipto, vecino oriental de Libia, Emiratos Arabes Unidos y otros estados árabes.
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