El primer encuentro presencial con el jefe de gobierno de la administración kosovar, Avdulah Hoti, será al final de la tarde y estuvo precedido de contactos preliminares mediante conferencias virtuales en las capitales de Francia y Bélgica,
De acuerdo con fuentes oficiales de Bruselas, serán anfitriones de los encuentros el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y su representante especial para las negociaciones y los Balcanes occidentales, Miroslav Lajcak.
La reunión, de acuerdo con declaraciones a los medios de Vucic, será para abordar dos temas iniciales: Las personas desaparecidas y desplazadas, y la economía, relaciones económicas y un flujo más expedito de mercancías, capitales, servicios y personas.
Serbia se preparó muy bien para estos asuntos, afirmó el mandatario al ser abordado ayer por los medios.
La UE espera conducir el diálogo en dos capítulos. uno dedicado a concluir la realización de los convenios suscritos en las pláticas anteriores (comenzaron en 2011 y dos años después firmaron acuerdo) y el otro consistirá en la tarea de conformar una concertación sobre la normalización integral de los vínculos.
En varias ocasiones, el presidente serbio reiteró que luchará por los intereses del país y sus connacionales en el territorio de Kosovo y Metohija, una provincia constitutiva de Serbia que tras un prolongado conflicto y la intervención internacional proclamó la independencia unilateral en 2008, que Belgrado no reconoce.
Empero, ese territorio, poblado mayoritariamente por albaneses, recibió el espaldarazo de Estados Unidos y la mayoría de los miembros de la UE, a pesar de violar la integridad territorial y la soberanía serbias, así como tratados internacionales.
Belgrado, que sostiene como estrategia política y de desarrollo económico la integración a la UE, permanece con ese empeño postergado, porque de manera implícita pasa por el reconocimiento y el arreglo del diferendo.
Vucic, sin embargo, sostiene que se deben encontrar modalidades mutuamente aceptables y que nunca su país aceptará un arreglo en el cual una parte lo obtenga todo y la otra no reciba nada.
El diálogo Belgrado-Pristina se congeló en noviembre de 2018 cuando Kosovo decretó una tasa del ciento por ciento a las mercancías serbias y presentó exigencias consideras inaceptables aquí, entre ellas el consentimiento a la independencia unilateral.
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