Los legisladores votaron la víspera 51-48 para comenzar a cerrar el debate sobre la nominación de la magistrada, en un proceso en que las senadoras republicanas Susan Collins (Maine) y Lisa Murkowski (Alaska) votaron con los de la fuerza azul en contra de seguir adelante.
Aunque esta votación del domingo fue solo un paso de procedimiento, demostró que los del partido rojo tienen el apoyo necesario para colocar a Barrett en la Corte Suprema y el sufragio final tendrá lugar esta noche a pesar del rechazo que provocó la designación de la magistrada en la opinión pública.
El Comité Judicial de la Cámara Alta, integrado en su mayoría por miembros del partido rojo, votó el jueves 12-0 para enviar la designación de Barrett al plenario.
Todos los republicanos de ese panel apoyaron su nominación, pero ninguno de los senadores demócratas votó, en protesta por lo que vieron como un proceso ilegítimo sobre la jueza conservadora de 48 años.
La fuerza azul hizo todo lo posible por impedir que este proceso se realizara antes de los comicios del 3 de noviembre, incluso con intentos de aplazar la sesión senatorial hasta el día 9 del mismo mes.
Al respecto, el senador demócrata Jeff Merkley dijo en un tuit la víspera que este procedimiento fue ilegítimo desde el primer día, una farsa, porque no se permitió que el pueblo estadounidense se pronunciara en las urnas, antes de que el Senado aprobara a la magistrada.
Debido a que los republicanos tienen 53 escaños en el Senado, existe la posibilidad, aunque remota, que Barrett pierda el apoyo de tres senadores de esa agrupación política y aún así ser confirmada, pues el vicepresidente Mike Pence tendría que romper el empate.
Susan Collins, quien se encuentra en una dura apuesta por su reelección en Maine, es la única republicana que se espera vote contra Barrett hoy, y al respecto argumenta que lo hace porque sus correligionarios no deben llevar adelante su nominación antes de las elecciones.
«Para ser clara, mi voto no refleja ninguna conclusión sobre las calificaciones de la jueza Barrett para servir en la Corte Suprema, me concentré en ser justa y consistente, y no creo que sea justo ni consistente tener un voto de confirmación antes de los comicios», dijo Collins el domingo.
La designación de la magistrada por parte del presidente Trump provocó una ola de protestas en todo el país, incluyendo una Marcha de Mujeres en el centro de Washington, D.C., y en otras ciudades el 17 de octubre pasado.
Barrett es la opción favorita de los cristianos de ultraderecha que esperan revocar la decisión histórica en Roe v. Wade que establece el derecho de la mujer al aborto.
Además, su eventual confirmación para el cargo asegurará una mayoría conservadora de 6-3 en el más alto tribunal estadounidense.
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