La decisión se fundamenta en la reciprocidad entre los Estados, que se aplica porque Israel y Estados Unidos exigen ese requisito a los bolivianos para acceder a sus territorios.
En el caso de los visitantes norteamericanos, la norma establece que la visa de ingreso tendrá una vigencia de 10 años y permitirá múltiples entradas.
También precisa los requisitos que deben cumplir los ciudadanos de los dos países citados para obtener el permiso de entrada a Bolivia.
El Gobierno de Bolivia estableció esas condiciones de reciprocidad en abril de 2015, poniendo fin a la asimetría migratoria desfavorable a los bolivianos, que tenían que pedir visa para viajar a Estados Unidos e Israel, cuyos ciudadanos entraban sin ese documento a Bolivia.
En diciembre de 2019, la presidenta de facto de entonces, Jeanine Áñez, restableció el privilegio de los ciudadanos norteamericanos e israelíes al eliminar ese requisito para ellos.
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