En tal sentido, sobresale el de la bahía de Panamá, enclavado en esta capital, por el cual transitan cada año entre un millón y dos millones de aves, entre ellas las playeras que emigran del norte hacia Suramérica en el invierno occidental, según la Sociedad Audubon.
Recientemente la agrupación resaltó la importancia de los humedales a la hora de fijar grandes cantidades de carbono en el suelo y la biomasa aérea, por lo que su conservación y restauración contribuye a la mitigación del cambio climático.
Asimismo, regulan la cantidad y el suministro de agua, mejoran su calidad al eliminar los contaminantes, además de desempeñar un rol fundamental en la reducción del riesgo de desastres, pues actúan como amortiguadores, barreras protectoras naturales e infraestructura verde.
Por ello, es importante que la población panameña preserve los humedales, ya que aportan beneficios fundamentales para el futuro de la humanidad, especialmente porque son cruciales para el desarrollo social y económico, expresó la directora ejecutiva de la Fundación Wetlands International, Mayté González.
De acuerdo con el Centro Regional Ramsar para la Capacitación e Investigación sobre Humedales para el Hemisferio Occidental, más de 300 mil panameños viven dentro o en su área de influencia, lo cual contribuye a que estos ecosistemas corran el riesgo de desaparecer.
‘A raíz de esto se estima que los humedales de Panamá y sus zonas de influencia se han convertido en sitios críticos para el desarrollo de actividades productivas’ como la pesca, recolección de moluscos y crustáceos, agricultura de subsistencia, ganadería y turismo, resaltó González.
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