En sus previsiones el organismo internacional plantea que ese incremento del producto interno bruto (PIB) estará en dependencia de si la distribución inicial de las vacunas contra la Covid-19 se extienda durante todo el año.
‘Si bien la economía mundial parece haber entrado en una recuperación moderada, los encargados de la formulación de políticas se enfrentan a desafíos enormes -en materia de salud pública, gestión de la deuda, políticas presupuestarias, banca central y reformas estructurales’, aseveró David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
En su opinión, se trata de grandes esfuerzos para tratar de asegurar que la reanimación económica global, aún frágil, cobre impulso y sienta las bases de un crecimiento robusto.
Malpass considera que para superar los impactos de la pandemia y contrarrestar los factores adversos que afectan las inversiones, es necesario dar un gran impulso a la mejora del entorno empresarial, aumentar la flexibilidad del mercado laboral y de productos, y reforzar la transparencia y la gobernanza.
Como se detalla en el informe, las perspectivas a corto plazo siguen siendo muy inciertas y todavía es posible que los resultados sean diferentes, por lo que en un escenario negativo, la expansión mundial podría limitarse al 1,6 por ciento este año, mientras en uno positivo el alza podría acelerarse hasta casi el cinco por ciento.
En las previsiones del Banco Mundial se prevé que el PIB de Estados Unidos se expandirá un 3,5 por ciento, en la zona euro la producción deberá crecer un 3,6 por ciento, en tanto en Japón será de un 2,5 por ciento en 2021.
Para los mercados emergentes y las economías en desarrollo, incluida China, el crecimiento se espera alcance el cinco por ciento, en particular el gigante asiático verá crecer su economía en un 7,9 por ciento este año.
Entre las economías de ingreso bajo, se augura que la actividad aumente un 3,3 por ciento, tras una contracción del 0,9 en 2020.
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