Una línea de tiempo de 124 años -en la era moderna- vividos entre emociones, felicidad, tristezas, héroes, antihéroes, con inauguraciones extraordinarias, notas curiosas y continuas apuestas propias del desarrollo social y tecnológico en el mundo.
En fin, los Juegos Olímpicos, de largo, son sinónimo de fiesta, un show que ahora está salmuera por el coronavirus SARS-CoV-2, aunque su libro de acontecimientos sobrevive intacto con relatos cercanos a la ficción.
1- Olivo, plata… y aire
En los primeros Juegos de 1896, el primer lugar recibía una medalla de plata y una corona de olivo, el segundo una medalla de bronce, mientras que el tercer lugar sólo obtenía el reconocimiento del público y los organizadores, pero a la casa se iba con las manos vacías.
2- Logotipo
La imagen de los cinco aros entrelazados es quizás el símbolo más poderoso de los Juegos Olímpicos. Fue diseñado en 1913 por el Barón Pierre de Coubertin, quien lo dio a conocer en la Revista Olímpica de 1914. El primer uso oficial del emblema ocurrió en Amberes 1920, aunque no fue hasta Berlín 1936 que alcanzó su máxima difusión.
3- Extremos
El atleta más joven en participar en una cita estival lo hizo en 1896. El niño de 10 años Dimitrios Loundras concluyó en el tercer lugar en la gimnasia de los primeros Juegos. Pocos años después, con una diferencia superior a las seis décadas, el más longevo fue el tirador sueco Oscar Swahn de 72 años, ganador de una medalla de en Amberes 1920.
4- El Andarín
El glorioso maratonista cubano sorprendió a todos durante la apertura de los Juegos de 1904. El humilde cartero no tenía recursos ni siquiera para su ropa deportiva y se presentó en andrajos. Participó en la prueba de maratón vestido de pantalón largo y así corrió hasta que Martín Sheridan, campeón de disco, tomó un par de tijeras y le ayudó a recortarlos. Carvajal entró en cuarto lugar y logró regresar a Cuba gracias a los fondos aportados por otros atletas.
5- Televisión
En 1936 los Juegos Olímpicos se realizaron en Berlín, Alemania, durante el gobierno de Adolph Hitler. El dirigente nazi intentó mostrar al mundo la supuesta superioridad de la raza aria y para ello se televisaron en directo por primera vez en la historia, aunque sólo en la capital. Se estiman que los disfrutaron por el entonces novedoso medio alrededor de 150 mil televidentes.
6- Sin zapatos
No fue hasta Roma 1960 que un atleta africano ganó una medalla de oro. Se trató del memorable etíope Abebe Bikila, quien sorprendió al correr descalzo el maratón. Pero su carrera no fue lo único peculiar, pues también decidió situar su meta un kilómetro más allá de la oficial, hasta cruzar el obelisco de Aksum, antiguo monumento de Etiopía que había sido retirado de su lugar por las tropas invasoras de Mussolini en 1937.
7- Primer doping
En México 1968 los deportistas ganadores fueron sometidos por primera vez a pruebas de dopaje a fin de comprobar que no hubieran empleado sustancias estimulantes. La primera suspensión se aplicó al pentatleta sueco Hans-Gunnar Liljenwall, quien luego de ganar el tercer lugar en la dura prueba, tuvo que devolver la medalla por la acusación de doping. Pero lo sorprendente resultó que en su sangre lo que encontraron fue alcohol. Según él mismo explicó en una entrevista, había bebido dos cervezas porque estaba muy nervioso.
8- China rezagada
Actualmente el país asiático se posiciona en el cuarto lugar del conteo de medallas desde 1896 hasta 2016, en una lista que tiene 132 países. Sin embargo, China no ganó ninguna medalla, ni siquiera de bronce, hasta 1984.
9- Baño dorado
Las medallas «de oro» actuales están hechas en un 92,5 por ciento de plata y el resto -aproximadamente seis gramos- son un recubrimiento de oro puro. El valor de las medallas áureas en Río de Janeiro 2016, según el Consejo Mundial del Oro, fue de 600 dólares.
10- Cada 40 años, algo sale mal
En 1940, las Olimpiadas tenían lugar en Tokio, pero fueron canceladas por la Segunda Guerra Mundial. En 1980, Estados Unidos, la principal potencia olímpica del mundo, boicoteó los Juegos de Moscú. Ahora, en 2020, los Juegos Olímpicos de Tokio tuvieron que ser pospuestos por la pandemia de COVID-19, dañando la capital japonesa una vez más.
¿Notó la coincidencia? Cada 40 años, algo sale mal para el evento deportivo más grande del mundo… Puede ser una superstición, pero el ex primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dijo en una entrevista que los Juegos están «maldecidos» cada 40 años.
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Este trabajo fue ilustrado por el periodista Roberto Carlos Serrano. Colaboraron, además, Jhonah Díaz González, Raúl del Pino y el webmaster Rey Dani Hernández