Según el artículo de la revista científica estadounidense, las plantas son importantes eslabones en la lucha contra el cambio climático, pues a través de la fotosíntesis, absorben un 25 por ciento de emisiones de carbono producidas por los humanos, pero esa tendencia -afirma- podría revertirse en 20 ó 30 años.
Los autores del estudio, científicos de la Universidad de Waikato en Nueva Zelanda y de la de Arizona, Estados Unidos, comprobaron que los árboles sufren ‘estrés’ cuando la temperatura ambiental supera los 18 grados y ello disminuye los procesos de fotosíntesis.
A través de la respiración, las plantas expulsan alrededor de la mitad del dióxido de carbono que absorbieron para la fotosíntesis y a partir de los 18 grados, la mayoría de los ecosistemas llegan a un punto límite en el cual empiezan a exhalar más gases de los que inhalan.
Es así como dejan de ser sumideros de carbono para convertirse en fuentes de esta sustancia, refiere la investigación.
Para comprobar estos resultados, Katharyn Duffy, experta en Ciencia Terrestre de la Universidad de Arizona, creó un gráfico de la relación entre temperatura y absorción de carbono que permite observar un pronóstico detallado de lo que pasará en las próximas décadas.
‘Es la primera vez que un estudio como este no utiliza modelos teóricos sino datos obtenidos a partir de la observación directa a través de 100 dispositivos repartidos por el mundo’, señaló.
Según las predicciones, zonas como las selvas tropicales en el Amazonas, el Sureste Asiático, y los bosques boreales en Rusia y Canadá llegarán a puntos críticos antes que otros territorios.
Datos de la indagación resaltan que dichas masas forestales son las que capturan la mayoría de dióxido de carbono que produce la actividad humana.
Los expertos consideran que este nuevo hallazgo añade urgencia a todos los planes para reducir las emisiones de carbono e invertir en energías renovables y tecnologías que ayuden a combatir el cambio climático.
‘Si los gobiernos no consiguen cumplir con el Acuerdo del Clima de París del 2015 y las temperaturas mantienen su ascenso al ritmo actual, los bosques podrían dejar de protegernos para empezar a contribuir peligrosamente al calentamiento global’, concluyeron.
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