El mandatario se reunirá este miércoles por la tarde con altos líderes civiles y militares, hablará al personal que labora en el Departamento de Defensa e intercambiará opiniones con ellos sobre los desafíos que enfrentará esa agencia federal y las tropas en el terreno en los próximos años.
Según la agencia Associated Press (AP) el gobernante demócrata analizará con el secretario de Defensa, Lloyd Austin, la situación del estamento militar a medida que este se aleja de la agitación de los años del exgobernante Donald Trump y se enfoca en un grado inusual en asuntos internos.
Mientras los jefes castrenses esperan instrucciones de Biden como comandante en jefe sobre posibles nuevos enfoques a las amenazas de seguridad en el extranjero, Austin pone la pandemia de la Covid-19 como una prioridad.
De hecho, ya hay más de 24 mil miembros de la Guardia Nacional en misiones de apoyo logístico para el programa de vacunas y administran hasta 50 mil dosis por día, de acuerdo con el portal digital Military Times.
La semana pasada el Pentágono anunció que desplegará más de mil 100 soldados en cinco centros de vacunación a pedido de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
Según el sitio digital Defense News, el secretario de Defensa ordenó, además, nuevas evaluaciones sobre cómo erradicar el alza de las agresiones sexuales y el extremismo en las filas del Ejército.
Por otra parte, Austin está en el centro de atención tras obtener la confirmación del Senado como el tercer oficial militar recientemente retirado que dirige el Pentágono.
Austin se rodeó de un núcleo de asistentes civiles, entre ellos Kelly Magsamen, experta en políticas de defensa, quien ahora es su jefa de personal.
La subsecretaria de Defensa es Kathleen Hicks, una especialista en políticas de seguridad y la primera mujer en ganar la confirmación de la Cámara Alta para ese puesto.
Austin pasó 41 años en el Ejército y se retiró en 2016 como general de cuatro estrellas después de encabezar el Comando Central de Estados Unidos, y se convirtió ahora en el primer secretario de defensa negro.
En opinión de Biden, el exgeneral es la persona adecuada en un momento de amenazas de seguridad en evolución y, sobre todo, de riesgos en el combate a la Covid-19, enfermedad que ya causó más de 479 mil muertos en Estados Unidos.
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