De una parte el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insiste en que la única solución viable para esa isla mediterránea es establecer dos estados, mientras Atenas indicó que solo aceptarán un acuerdo de paz en base a las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El contencioso se centra en el control de la zona norte del territorio chipriota donde existe un gobierno autónomo desde 1974 solo reconocido por Ankara.
Turquía invadió y ocupó la parte septentrional de Chipre tras el golpe de Estado de ese año instigado por la junta militar que gobernaba la isla mediterránea.
De un lado los turcochipriotas demandan actualmente la presidencia rotatoria en el territorio, mientras los grecochipriotas del sur exigen la retirada de los 30 mil militares turcos desplegados en la isla y la no injerencia de Ankara.
Para marzo próximo están previstas conversaciones bilaterales con la mediación de la ONU, para buscar consenso sobre un tema que si bien centra hoy el conflicto bilateral, no es el único que marca las relaciones entre ambas naciones.
Ankara y Atenas difieren en aspectos migratorios, culturales y sostienen en paralelo una fuerte disputa por el control de los recursos naturales el mar Mediterráneo.
Ambos países son miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, alianza militar interesada en la distensión entre las partes debido a la inconveniencia de un desenlace bélico en el área.
Por otra parte la Unión Europea es otro mediador y, según algunos analistas, utiliza la disputa como un elemento de presión contra Ankara para que se retire de la isla como condición de su eventual integración al mecanismo regional.
En las últimas horas el presidente Erdogan declinó reunirse con el primer ministro heleno, Kyriakos Mitsotakis, y consideró un desafío la postura griega, según informaciones del diario nacional Hurriyet.
Tales declaraciones pudieran bloquear los diálogos que ambas naciones sostienen sobre sus diferencias en torno al Mediterráneo y extender un conflicto inconveniente para muchos actores con grandes influencias en el área, en particular del bloque comunitario, según analistas.
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