El estudio, llevado a cabo por astrofísicos de la Universidad de Harvard, argumenta que una fracción significativa de cometas puede ser desviada de su curso por el campo gravitacional de Júpiter durante su movimiento orbital, sobre todo aquellos de período largo, originados en la nube de Oort, una esfera helada de escombros en los confines del Universo.
El sistema solar actúa como una especie de máquina de pinball (juego electromecánico), ejemplificó en el artículo Amir Siraj, uno de los autores. Júpiter, el planeta más masivo, impulsa a los cometas entrantes de largo período a órbitas que los acercan mucho al Sol, subrayó.
Durante el paso cercano al astro rey, los cometas pueden experimentar poderosas fuerzas de marea que rompen pedazos de roca y, en última instancia, producen metralla cometaria, señaló el investigador tras explicar que se puede obtener lo denominado evento de interrupción de las mareas, en el que un cometa grande se rompe en muchos pedazos más pequeños.
De esta manera, dijo, sucede lo que es más importante, en el viaje de regreso a la nube de Oort, hay una mayor probabilidad de que uno de estos fragmentos golpee la Tierra, comentó el científico.
Debido al impacto del asteroide de 12 kilómetros de ancho, las evidencias científicas explican las causas de la desaparición de los dinosaurios.
El golpe originó el cráter Chicxulub, en las inmediaciones de la península de Yucatán, México, de 200 kilómetros de ancho. En la actualidad gran parte del cráter está enterrado en alta mar, debajo de 600 metros de sedimentos.
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