De acuerdo con el portal digital Politico, la brutal inclemencia del tiempo que convirtió en hielo las carreteras de Texas, rompió tuberías en toda esa demarcación y dejó a millones de residentes sin electricidad también dañó la reputación de tres de los principales republicanos del estado.
Se descubrió que el senador Ted Cruz escapó a Cancún, México el miércoles por la noche, solo para anunciar su regreso cuando fue sorprendido en el acto, mientras el gobernador del estado, Greg Abbott, recibió críticas por su liderazgo y afirmaciones engañosas sobre las causas de los cortes energéticos.
Entretanto, el exgobernador Rick Perry sugirió que los tejanos preferían los apagones antes que la regulación federal, una nota que según Politico resulta insensible en un momento de sufrimiento generalizado.
‘Los tejanos están enojados y tienen todo el derecho de estarlo, las fallas de energía, agua y comunicaciones seguramente se cobraron algunas vidas’, dijo JoAnn Fleming, activista y directora ejecutiva de un grupo llamado Grassroots America, de Texas.
Sobre la escapada del senador Cruz a Cancún, el diario The New York Times señaló que el político republicano prefirió vacacionar en lugar de quedarse atrás y ayudar a coordinar la ayuda federal.
Durante la última semana, los residentes en Texas sufrieron las inclemencias del tiempo, un frío sin precedentes para la región, y hasta el momento, más de 13 millones de personas, cerca de la mitad de la población del territorio, tuvieron algún tipo de interrupción en el servicio de agua.
Los funcionarios dijeron que el estado estuvo a solo minutos de un apagón catastrófico que podría durar meses, un desastre cuya responsabilidad recaería sobre quienes no previeron la preparación de los servicios públicos, destaca el diario The Hill.
Sin embargo, no es solo Cruz quien está en medio de la tormenta política, prácticamente todos los líderes de Texas están en el centro de las críticas, en un desastre que ya provocó en el país mas de 40 muertos.
En las horas posteriores a los primeros apagones que afectaron al estado a principios de esta semana, el gobernador Greg Abbott (republicano) culpó de manera engañosa a las fuentes renovables que constituyen solo una fracción de la cartera de energía en esa demarcación.
Pero las consecuencias, financieras, médicas y políticas, se sentirán mucho después de que la nieve se derrita, pues la historia sugiere que los recuerdos de la ventisca perseguirán a quienes no tomaron las medidas preventivas a tiempo.
Cuando Chris Christie era gobernador de Nueva Jersey, y Michael Bloomberg alcalde de la ciudad de Nueva York, fueron objeto de críticas devastadoras por cometer delitos similares a los de Cruz después que el noreste del país fue golpeado por una tormenta de nieve en 2010, acota The Hill.
De triste recordación resulta la desastrosa respuesta del gobierno al huracán categoría cinco Katrina, tanto a nivel estatal como federal, un meteoro que ayudó a hundir tanto al presidente George W. Bush como a la entonces gobernadora de Luisiana Kathleen Babineaux Blanco.
Ese fenómeno meteorológico, que azotó Nueva Orleans, Luisiana, Misisipi, Georgia y otros territorios el 31 de agosto de 2005, fue uno de los cinco huracanes más mortíferos, de la historia de Estados Unidos y provocó más de mil 830 muertos.
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