La República Islámica sufrió numerosas dificultades ante el brote del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, al verse privada de sus recursos financieros por un bloqueo impuesto por Washington.
‘Irán era el único país que estaba luchando con sanciones paralelas a la pandemia y enfrentando problemas para adquirir y conseguir medicamentos’, dijo.
Sin embargo, apuntó, convirtió esos obstáculos en oportunidad para desarrollar infraestructuras económicas y científicas.
Además de desarrollar sus propias vacunas, la nación de los persas importó la vacuna rusa Sputnik V y planea producirla en conjunto con la nación euroasiática, recalcó.
Irán compró también 16,8 millones de dosis de vacunas antiCovid-19 de Covax, un grupo de varias agencias dedicado a garantizar acceso justo a los inmunizantes para los países de ingresos bajos y medianos.
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