El máximo órgano de la Iglesia católica germana comenzó en esta jornada de forma digital una asamblea de tres días, en la que abordarán, entre otros, temas relativos a los abusos sexuales y la deserción de fieles por esa causa en varias localidades.
Su presidente, Georg Batzig, consideró la elección de Gilles una señal de que los obispos católicos están dispuestos a cumplir su anuncio de llevar a mujeres a posiciones importantes, y la secretaria general manifestó su intención de trabajar por el futuro de la Iglesia católica.
Voces dentro de las agrupaciones laicas en Alemania abogan por reformas, que incluyan el sacerdocio femenino y la abolición del celibato obligatorio, en tanto la alta jerarquía católica busca posiciones intermedias no divergentes con los preceptos del Vaticano.
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