Tal comité estaría integrado por representantes de la Unión Europea, Estados Unidos, la Organización de Naciones Unidas y la Unión Africana (UA), puntualizó el ministro de Relaciones Exteriores, citado por el diario de mayor circulación en la nación árabe.
Shoukry explicó que se trata de una idea propuesta por funcionarios sudaneses con el fin de destrabar los diálogos y solucionar la larga disputa, que dura una década.
El grupo -añadió- estaría liderado por el presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, quien asumió recientemente la dirección de la UA.
Tras fallidos intentos para llegar a un acuerdo en torno al llenado y operación de la represa, la mayor del continente, la Unión Africana logró sentar nuevamente a las partes a la mesa de conversaciones, en busca de un consenso final aún sin vislumbrarse.
Según expertos, negociar una vez en funcionamiento la megaobra, podría aumentar el riesgo de que se desate un conflicto por el agua del legendario río.
Egipto teme que la puesta en marcha de la presa limite el flujo de El Nilo, insuficiente ya para satisfacer las demandas de sus más de 101 millones de habitantes, y del que dependen para el consumo del líquido, la agricultura, la generación de electricidad, el transporte fluvial, incluso el turismo.
Por ese motivo exige pautas para llenar el depósito y medidas encaminadas a mitigar efectos de sequías severas o prolongadas, postura con la que coincide Sudán.
Mientras Etiopía apuesta al colosal proyecto con el propósito de garantizar la distribución energética interna y exportar a otras regiones africanas, al tiempo que desestima las preocupaciones de El Cairo.
Addis Abeba insiste en que es su derecho explotar tal recurso transfronterizo en beneficio del desarrollo propio y asegura que no ocasionará perjuicios a sus vecinos ribereños.
Llamado Blanco en ciertos tramos, El Nilo recibe en Sudán las aguas del Azul, nacido en Etiopía.
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