Sin ofrecer detalles, remarcó que es cuando menos espeluznante y se mostrará en su momento para que la población pueda discernir si se trata de política y protección del régimen -como argumentan a veces algunos medios- o de lucha verdadera contra uno o varios grupos criminales.
En comparecencia hoy por el canal televisivo Prva, remarcó que es fundamental la victoria del Estado en esta lucha, de lo cual está convencido, acotó en referencia a recientes operaciones de captura de capos y desarticulación de esas bandas.
También, subrayó, es importante que cada niño, cada ciudadano esté protegido de quienes pensaron que podían cometer los más horrendos crímenes porque alguien les cubría las espaldas.
El mandatario advirtió que se deberá impedir a los niños ver la televisión cuando se muestren los materiales en manos de la investigación y así podrán todos observar y oír incluso a quienes juraron lealtad a esos maleantes.
Se podrá constatar, añadió, la determinación del Estado en ese combate y apreciar que lo mostrado hasta ahora -armas, un grupo bien organizado, con pistolas, francotiradores, proyectiles antitanques, drogas- es minucia en comparación con lo que presentarán las autoridades.
El nivel de conocimiento alcanzado por los órganos involucrados en el enfrentamiento al crimen organizado mostrará también la capacidad, valentía y responsabilidad del Estado, afirmó.
En ello, opinó, radica la diferencia entre los países serios y los que no lo son y agregó que se investiga la participación de un factor extranjero que apoyó todo de diferentes maneras, así como actos delictivos dentro de las aduanas.
Habrá muchas sorpresas, muchas personas serán llamadas a declarar y los órganos correspondientes determinarán contra quienes se elevarán causas judiciales.
Preguntado sobre la presencia extranjera en el accionar de los criminales, respondió que por ahora hay solo indicios de implicación de algunos servicios de inteligencia del exterior.
Vucic expuso que, en opinión de esas agencias, Serbia no debe ser el país líder en la región y por eso en las décadas de 1990 y 2000 hicieron todo para evitarlo y, según el lenguaje que utilizan, establecer un balance y virar contra Belgrado a los pequeños estados de los Balcanes occidentales.
Ahora, indicó, les molesta el rápido avance de le economía serbia, la construcción de hospitales, carreteras y otras instalaciones con mucha más celeridad que los otros.
También advirtió sobre las presiones que vendrán en semanas y meses ulteriores en torno al conflicto de Kosovo, sobre todo por la conjunción de las fuerzas y de los criterios sobre el tema de los gobernantes de Estados Unidos y la Unión Europea.
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