Este jueves era imposible transitar por varias de las principales avenidas de Beirut y de otras ciudades importantes, que amanecieron obstaculizadas con neumáticos en llamas y otros objetos.
La Plaza de los Mártires en esta capital fue uno de los objetivos de los manifestantes, que amenazaron a quienes intentaban pasar con sus vehículos.
También estuvo bloqueada la avenida Bechara al-Khoury, una arteria que lleva desde la costa al aeropuerto internacional Rafik Hariri, al igual que el puente del Anillo, una conexión entre este y oeste de la ciudad.
Las personas enfurecidas por el dramático deterioro de sus condiciones de vida, llegaron al límite de la paciencia por apagones de hasta 15 horas diarias y una depreciación de 85 por ciento de la libra libanesa respecto al dólar estadounidense.
Por esta última causa, 90 de cada 100 libaneses vio una reducción ostensible de su poder adquisitivo, en tanto que los comerciantes transfieren a los clientes esa diferencia de valor con aumentos notorios de precios.
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