Los directivos de la consultora expresaron insatisfacción por las respuestas de la gerencia de la institución prestamista y advirtieron que de mantenerse esa situación no renovarán contrato para la tarea.
A juicio de Álvarez & Marsal, resultó insuficiente la primera respuesta de cuatro preguntas formuladas al Banco Central, pese a que este último prometió cooperar con la investigación que incluye métodos de la criminalística.
En un comunicado, la entidad prestamista anunció que, basado en principios legales, confirmó su compromiso con una ley aprobada por el Parlamento que eliminó el secreto bancario, una de las excusas interpuestas para no entregar toda la información. Ese pretexto derivó renuncia de la consultora con sede en Nueva York, aunque después, a insistencia del presidente Michel Aoun, volvió a la faena con la presentación del cuestionario de marras.
El Ministerio libanés de Hacienda exigió del Banco Central implementar los pasos requeridos por Álvarez & Marsal y entregar la información solicitada con total transparencia.
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