Según los oficiales, los indocumentados aseguraron ser obligados por las autoridades griegas a regresar a aguas territoriales de Turquía.
Los extranjeros, entre ellos mujeres y niños, fueron trasladados a la isla de Cunda, donde recibieron alimentos y atención médica.
Recientemente, el Ministerio turco de Relaciones Exteriores exigió a Grecia poner fin a las devoluciones forzadas de migrantes y señaló que la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas está implicada en esas prácticas ilegales.
Más de 80 mil solicitantes de asilo fueron devueltos a nuestro país en los últimos cuatro años. Instamos al Gobierno griego y a la Unión Europea a poner fin a esas acciones y a respetar los derechos y la dignidad humana, apunta un comunicado de la cancillería.
El 28 de febrero de 2020, el presidente Recep Tayyip Erdogan anunció el cese de los controles de seguridad en la zona limítrofe con Grecia, luego de que este país actuara durante cuatro años como muro de contención ante la llegada masiva de migrantes a Europa.
La respuesta de Atenas fue el fortalecimiento de los controles de seguridad, el traslado de militares a la frontera y la suspensión de los procedimientos para el otorgamiento de asilo, entre otras medidas.
Numerosas organizaciones humanitarias y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados criticaron las acciones de ambas partes y recordaron que está en juego la vida de miles de personas.
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