Con un plan de modificaciones económicas puede detenerse la depreciación de la libra libanesa respecto al dólar estadounidense, aseguró.
Otro tema pendiente, dijo, deriva de la deuda externa libanesa que en la actualidad equivale a más de 170 por ciento del producto interno bruto.
Es natural la devaluación de la libra libanesa ante la ausencia de una alineación gubernamental que recupere la confianza de la comunidad internacional, precisó.
Ese nuevo Ejecutivo debe trabajar, subrayó, por atraer financiación del Fondo Monetario Internacional y de otras organizaciones.
Hasta que los políticos pongan fin a sus disputas sobre la asignación de cargos en el gabinete, los libaneses verán caer su poder adquisitivo más y más, vaticinó.
Estimados dan cuenta que, en la actualidad, los ciudadanos de a pie perdieron el 85 por ciento o más de sus posibilidades de compra.
El salario mínimo, valorado en 450 dólares en 2019, ahora con la depreciación quedó en 65.
Según el jefe de investigación en el Banco Audi, Marwan Barakat, la razón principal del deterioro de la libra libanesa está ligada a la incertidumbre política.
Y a ello se suma, indicó, la significativa caída de las remesas en divisas y la impresión excesiva de moneda nacional.
Barakat enfatizó en que las perspectivas de una mejoría dependen de decisiones en la política interna.
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