Según el balance preliminar, los delincuentes confiscaron dos tanques blindados de la institución policial y varias armas.
‘Han caído héroes’, dijo el presidente Jovenel Moïse durante una intervención en las redes sociales, en la que calificó de repugnante lo sucedido y anunció el fin del reinado de los bandidos en esa zona.
El gobernante señaló que es necesario que el Estado se ponga del lado de la Policía y subrayó que Haití no puede hundirse en la inseguridad.
Mientras en las redes sociales circulaban videos sobre policías ensangrentados y hombres armados disparando contra los cuerpos, Moïse prometió responder contra las bandas responsables.
‘Señores de Village De Dieu, hagan arreglos. Vamos por ustedes. Sea como sea, vamos por ustedes’, dijo el mandatario en tono amenazante.
Además de los policías fallecidos, ocho agentes fueron trasladados a un hospital de Puerto Príncipe y tres de ellos tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente, mientras otros cuatro recibieron atención médica por lesiones leves, aunque la vida de ninguno corre peligro, según profesionales de la salud.
En los últimos tres años las bandas armadas controlan la salida sur de Puerto Príncipe, donde se sitúa Village De Dieu, y otros barrios vulnerables como Martissant y Grand Ravine.
Las recientes acciones policiales para recuperar el control de la zona resultaron infructuosas y esos grupos ejercen su ley, casi sin contraparte de las autoridades.
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