Según explicó la multinacional en un comunicado, problemas de producción en sus plantas europeas y restricciones en las exportaciones desde otras sucursales fuera del continente la llevaron a incumplir los plazos de entrega.
AstraZeneca aseguró, no obstante, que su objetivo es entregarle a la UE en el primer semestre de este año 100 millones de dosis de la vacuna desarrollada junto a la Universidad de Oxford, y de ellas, 30 millones antes de que termine marzo.
La compañía está colaborando con la Comisión Europea y los estados miembros para resolver los problemas de suministros y confía en poder aumentar los niveles de productividad en sus plantas europeas para ayudar a proteger a millones de sus ciudadanos contra el virus, asegura el comunicado.
A las críticas por incumplir sus compromisos con la UE, se suma ahora la desconfianza que rodea a la vacuna de AstraZeneca luego de reportarse varios casos de trombosis en personas que la recibieron.
Aunque la Organización Mundial de la Salud afirmó la víspera que no hay razón para dejar de usar el preparado de la farmacéutica anglo-sueca, Dinamarca, Noruega, Islandia, Bulgaria y la República Democrática del Congo decidieron suspender su uso mientras se investigan los supuestos efectos adversos.
La agencia reguladora de medicamentos del Reino Unido, que en diciembre pasado aprobó la aplicación masiva del producto de AstraZeneca/Oxford, también defendió su aplicación, tras considerar que hasta el momento no hay confirmación de que los casos de trombosis reportados fuesen provocados por la vacuna.
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