Según explicó el vicepresidente del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización, Anthony Hardnen, no existen evidencias de que los casos de trombosis reportados en Europa estén relacionados con la aplicación del producto desarrollado por la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
En declaraciones este lunes a la BBC, el experto apuntó que cada mes son atendidos en el país tres mil pacientes con trombos como promedio, y que esa cifra no ha aumentado pese a que hasta el momento se aplicaron más de 11 millones de dosis de la vacuna.
Para nosotros la seguridad es primordial, y monitoreamos las estadísticas con sumo cuidado, recalcó Hardnen, quien recordó que tanto las agencias reguladoras de medicamentos del Reino Unido y la Unión Europea como la Organización Mundial de la Salud dijeron que el fármaco de AstraZeneca/Oxford es seguro.
El director del grupo de vacunas de la Universidad de Oxford, Andrew Pollard, también señaló que no se han encontrado pruebas de que la inyección aumente el ‘fenómeno de los coágulos de sangre’ entre las personas inmunizadas.
‘Es absolutamente esencial que no tengamos el problema de no vacunar a la gente y correr un enorme riesgo, un riesgo conocido de Covid, frente a lo que muestran hasta ahora los datos que hemos obtenido de los reguladores: que no hay ninguna señal de un problema’, declaró Pollard a la BBC.
De su lado, el primer ministro Boris Johnson defendió la experiencia del personal que trabaja en la agencia reguladora de medicamentos, y agregó que no había razón para suspender el uso de la vacuna de AstraZeneca/Oxford o de la desarrollada por Pfizer/BioNTech que también se está aplicando en el Reino Unido.
Ellos (los especialistas) consideran que son muy efectivas para reducir no solo las hospitalizaciones sino también los síntomas graves de la enfermedad y las muertes, aseguró el gobernante.
Según datos oficiales, más de 24,1 millones de personas en el Reino Unido ya recibieron la primera dosis de una de esas vacunas, y el plan del gobierno es que para julio próximo toda la población adulta del país haya tenido la oportunidad de inmunizarse.
Las recomendaciones de los científicos y de Johnson no impidieron que Francia, Italia, Alemania y Holanda se sumaran este lunes a la ya larga lista de países que suspendieron el uso del fármaco de AstraZeneca/Oxford hasta tanto no se investigue la aparición de coágulos sanguíneos en algunas personas que recibieron la inyección.
La misma medida ya había sido tomada por Irlanda, Dinamarca, Noruega, Bulgaria, Islandia, la República Democrática del Congo y Tailandia.
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