El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, detalló que la decisión entrará en vigor el próximo domingo y, además de la capital, también se levantará el estado de emergencia en las prefecturas vecinas Kanagawa, Chiba y Saitama.
La región de Tokio se encuentra bajo el estado de emergencia desde principios de enero pasado y como consecuencia se orientó el cierre de establecimientos de ocio a las ocho de la noche y se instó a las personas a abstenerse de realizar salidas no esenciales.
De acuerdo con Suga, las restricciones produjeron grandes resultados para mejorar la situación epidemiológica; aunque el primer ministro pidió a la población continuar usando mascarillas, lavarse las manos con frecuencia y evitar las aglomeraciones.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, advirtió por su parte que la situación en la capital sigue siendo grave y que el coronavirus aún no se ha controlado.
Las infecciones disminuyeron desde que se impuso el estado de emergencia, pero el descenso toco fondo e incluso se incrementaron los casos en algunas prefecturas, incluida Tokio, que reportó 409 nuevas infecciones la víspera, la mayor cifra desde el pasado 18 de febrero.
Este jueves se contabilizaron 323 nuevos casos en la capital japonesa.
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