En la zona hay aproximadamente mil agentes y soldados, encabezados por el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general César Astudillo, y el comandante general de la Policía, general César Cervantes.
Ambos señalaron que esa fuerza permanecerá todo el tiempo necesario allí para mantener fluida la vía que vincula a la capital peruana con los territorios andino y amazónico central y es la principal ruta de abastecimiento de productos agrícolas a la ciudad.
El control se inició tras la virtual ruptura del diálogo entre el Gobierno y los gremios de empresas transportistas sobre sus reclamos contra el alza de precio sobre el combustible y después que el presidente Francisco Sagasti anunció medidas para despejar los bloqueos viales en diversos puntos del país.
La huelga se inició el lunes y ayer, al atardecer, la Policía despejó el cierre de la carretera Central con un saldo de algunos civiles y policías lesionados y 59 detenidos, según informó el general Cervantes sobre el terreno.
Por su parte, el general Astudillo declaró que los uniformados cumplen una orden muy clara del Gobierno, de mantener expeditas todas las carreteras a nivel nacional, sobre todo las rutas de abastecimiento de combustible y de oxígeno e insumos médicos para los hospitales.
Cervantes anotó que la operación prevé que las tropas se desplacen a cualquier lugar donde se produzcan bloqueo de carreteras para despejarlos.
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Eduardo González, quien encabezó la parte oficial en las negociaciones suspendidas ayer sin acuerdos, dijo que el Ejecutivo sigue dispuesto al diálogo, pero con la condición de que cesen los cierres viales, consistentes en impedir el paso con grandes camiones atravesados en la vía.
El alto funcionario dijo que el Gobierno aplicará una rebaja del precio del diésel, que los huelguistas consideran insuficiente, y otras medidas incluidas en la propuesta rechazada por los transportistas.
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