La fiscal Karina Sánchez, reveló que mantienen 250 acusaciones por mes y esa disminución inicial responde a que las víctimas no podían salir a denunciar el hecho, una teoría respaldada también por el Ministerio Público, informó el diario ABC.
Sánchez lamentó que mantengan cifras elevadas similares al pasado año, cuando registraron más de dos mil 700 casos de abuso sexual y más de 900 relacionados con pornografía infantil.
‘Los números nos dicen que el hogar no siempre es el sitio más seguro para los niños. Ayuda el contacto con otros lugares y personas que son las que notan características nuevas en los menores’, reflexionó.
Pese a la lamentable situación, la funcionaria destacó que los niños comenzaron a pedir ayuda a familiares, vecinos y profesores, además de denunciar el abuso al número 147, este último instalado en el imaginario colectivo que orienta a las víctimas a dónde recurrir.
Según fuentes oficiales, el mayor porcentaje de casos de abuso sexual contra menores se concentra en Asunción y Central, Cordillera, Itapúa, Alto Paraná y Caaguazú, pero la fiscal considera que el hacinamiento en la urbe capitalina donde se concentra el 50 por ciento de las causas, ofrece más oportunidades para cometer el delito.
Destacó el apoyo de la Defensoría General y el acompañamiento en esos procesos en el momento de imponer las medidas de protección.
‘Cuando el niño abusado es rescatado, se busca un familiar cercano que pueda hacerse cargo o se le pone en un albergue mientras se le ubica algún pariente que pueda hacerse responsable. En el peor de los casos, los menores ingresan al sistema para ser adoptados’, concluyó la investigadora.
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