Los labriegos llegaron a la Plaza de la Democracia, desde donde junto a ciudadanos autoconvocados iniciaron una marcha, bloquearon las calles Oliva, Nuestra Señora de la Asunción y mediante lemas, gritos o carteles pidieron la renuncia del presidente Mario Abdo y del vicepresidente Hugo Velázquez.
El descontento es general en el campo, declararon a la prensa durante la movilización, en la cual calificaron al Ejecutivo de inoperante y corrupto, que hace oídos sordos ante tantas necesidades por el colapso sanitario nacional.
La Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas confirmó la llegada a Asunción en los próximos días de entre cuatro mil y cinco mil de sus miembros y anunció que permanecerán con las acciones hasta ver cumplido el reclamo.
La protesta coincidirá con la movilización de la Federación Nacional Campesina, que fijó su tradicional marcha para el microcentro capitalino el jueves 25 de marzo, agregó el dirigente Ramón Medina.
Paraguay vive en tensión desde el pasado 5 de marzo cuando miles de manifestantes tomaron las calles aquí y en otras ciudades para exigir la dimisión de la actual administración por la falta de medicamentos para pacientes internados a causa de la Covid-19, entre otras causas.
El jefe de Estado se vio obligado a cambiar a su asesor, al jefe de Gabinete, así como a los jefes de las carteras de Educación y Ciencias y de la Mujer, todos luego de la renuncia del ministro de Salud. El comandante de la Policía de Nacional, Francisco Resquín, también dejó el cargo tras los disturbios registrados la semana pasada.
Poco antes de este mediodía, sin la participación de Abdo, comenzó una reunión del Ejecutivo en el Palacio de López para analizar las medidas de una cuarentena estricta desde el fin de semana, con vista a la Semana Santa, a fin de mitigar los contagios del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad.
mem/znc