Kawai, miembro de la Cámara de Representantes, fue acusado de violar la ley electoral al entregar dinero en efectivo a políticos y simpatizantes en la prefectura de Hiroshima, en el oeste de Japón, para recompensarlos por los votos obtenidos en la campaña para que su esposa Anri Kawai fuera elegida a la Cámara Alta en julio de 2019.
No lucharé contra el cargo de compra de votos. Asumiré toda la culpa y renunciaré como legislador, declaró el exministro, revirtiendo sus declaraciones de inocencia en las audiencias judiciales anteriores.
El secretario jefe del gabinete y principal portavoz del Gobierno nipón, Katsunobu Kato, declaró que era muy desafortunado que un exministro de Justicia enfrentara cargos penales.
Las elecciones son fundamentales para la democracia, por lo que no hace falta decir que se deben seguir las reglas, dijo Kato, quien se desempeñó junto a Kawai como ministro de Salud durante el mandato del ex primer ministro Shinzo Abe.
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