Esa entidad de estudios económicos adelantó que tras dos trimestres consecutivos de descensos, la principal economía de ese bloque puede llevarlo hacia esa situación negativa.
La eurozona registró un descenso del 0,7 por ciento en el cuarto trimestre del pasado año, en tanto el IFO redujo cinco décimas el crecimiento previsto para este año hasta el 3,7 por ciento.
El Banco Central Europeo (BCE) también observa un escenario de doble recesión en Europa, sobre lo cual su presidenta, Christine Lagarde, alertó en enero de tales riesgos.
‘Los datos económicos entrantes, las encuestas y los indicadores de alta frecuencia sugieren que los rebrotes de la pandemia y la intensificación de las medidas de contención probablemente influyan en la actividad en el primer trimestre de este año’, señaló.
En sus previsiones de diciembre, el ente emisor europeo esperaba una contracción del PIB de la zona euro del 7,3 por ciento en 2020, seguido de un rebote del 3,9 por ciento en 2021 y una aceleración del ritmo de crecimiento hasta el 4,2 por ciento un año después.
Pero, en opinión de Lagarde, las expectativas han empeorado, ‘condenando a la eurozona a una doble recesión’, lo cual se corresponde con los pronósticos del Fondo Monetario Internacional sobre una recuperación global divergente por países y regiones.
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