En tal convicción coincidieron hoy dos analistas electorales, aún cuando los sondeos ubican en primer lugar al populista Yonhy Lescano, pero con un magro 11 por ciento, según la más reciente encuesta de la empresa CPI.
El politólogo Sandro Venturo anotó que, siendo lo tradicional a estas alturas de la campaña electoral que dos o tres de los candidatos sumen el 50 por ciento de las preferencias, en la actual para llegar a ese porcentaje se deben sumar las de los ocho primeros entre 18 postulantes.
Para Venturo no hay favoritos ni posiciones firmes en la vanguardia y, por los bajos porcentajes de quienes ocupan los primeros puestos, ninguno puede sentirse como seguro clasificado a la segunda ronda, en la cual competirán los dos con más votos.
‘Todos están en la línea de partida, o sea muy lejos de la meta’, agregó Venturo, al coincidir con el director de CPI, Manuel Saavedra, sobre la imposibilidad de pronosticar quienes disputarán la segunda ronda electoral, en junio próximo.
Saavedra señaló que el sondeo de su empresa arroja un total de 40 por ciento de electores todavía indecisos de por quién votar (24,8 por ciento) o piensan votar en blanco o viciar la cédula, expresiones de descontento.
Según Venturo, a esa porción de electores sin candidato favorito, deben sumarse 30 por ciento que se inclinan por alguno pero declaran que podrían cambiar su preferencia en las dos semanas de aquí a la hora de las urnas.
Con 70 por ciento de ciudadanos sin definición plena, agregó, cualquiera puede clasificar a la segunda vuelta, siendo los principales Lescano, el exfutbolista George Forsyth, la neoliberal Keiko Fujimori, la progresista Verónika Mendoza y el derechista extremo Rafael López Aliaga.
Saavedra señaló que ‘Habrá una segunda vuelta pero no es seguro quiénes irán y a estas alturas, ni siquiera el que está primero puede tener la seguridad absoluta de pasar a segunda vuelta’.
Venturo anota que en las próximas y cruciales dos semanas, un acierto o un error, por ejemplo en los debates previstos para el lunes próximo, pueden ser decisivos.
Entre los citados contendores, Lescano ha visto mermar su imagen por su bajo desempeño en un debate realizado el domingo último y la falta de consistencia de sus planteamientos, y Forsyth, pese a cumplir el guion de presentarse como joven y novedoso, mostró las limitaciones que le señalan sus críticos.
El desgaste de dos derrotas en las segundas vueltas de 2011 y 2016 y el errático comportamiento de la bancada de su partido Fuerza Popular en el Parlamento, merman las posibilidades de Fujimori.
Mendoza, a su vez, enfrenta la hostilidad de gran parte de los medios de comunicación, que soslayan su victoria en el debate del pasado domingo y lanzan duras críticas contra ella y sus posiciones y resaltan los ataques muchas veces macartistas de sus rivales.
López Aliaga ha sido duramente criticado por la prensa por hacer falsas afirmaciones, como la de asegurar que Estados Unidos había ofrecido a Perú millones de vacunas contra la Covid-19 gratis y que el presidente Francisco Sagasti se negó a aceptarlas supuestamente por razones ideológicas.
El candidato derechista se negó a participar en el reciente debate y ha puesto objeciones a su asistencia a los que se realizarán desde el lunes próximo, y en Perú deserciones como esa han sido fatales para el candidato ausente.
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