La poderosa tormenta se originó en los desiertos de las islas en el norte de China y Mongolia, y cubrió a Corea del Sur la víspera, lo que llevó a las autoridades a emitir una advertencia de polvo amarillo para casi todo el territorio nacional por primera vez en una década.
Según las autoridades meteorológicas, la densidad de las partículas de polvo fino de menos de 10 micrómetros de diámetro, conocidas como PM 10, se mantuvo alta en 973 microgramos por metro cúbico.
Corea del Sur clasifica las concentraciones de PM 10 entre cero y 30 microgramos de ‘buenas’; entre 31 y 80 de ‘normales’; entre 81 y 150 de ‘malas’; y más de 151 de ‘muy malas’.
Aparentemente preocupados por la seguridad de su salud en medio de la actual pandemia de Covid-19, algunas personas que se desplazaban al trabajo este martes fueron vistos cubriéndose la cara con máscaras dobles, mientras otros esperaban los autobuses no en estaciones al aire libre, sino dentro de edificios cercanos.
El gobierno surcoreano implementó medidas de emergencia para la reducción de emisiones en las regiones de Busan, Gwangju, Chungcheong del Sur, las provincias de Jeolla del Norte y del Sur, Gyeongsang del Sur y la isla de Jeju.
Se prohibió igualmente el uso de vehículos clasificados como de Grado 5 en términos de emisiones en dichas regiones, y también se suspendieron 18 centrales eléctricas que trabajan con carbón.
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