La decisión tomada contra reloj porque los comicios estaban originalmente propuestos para el próximo fin de semana, obedece a la grave crisis sanitaria que tiene al país sumido en una segunda ola de Covid-19 con un fuerte rebrote de nuevos casos en las últimas semanas.
La propuesta generó amplios debates en ambas cámaras no tanto por la postergación de las elecciones de gobernadores, alcaldes, concejales e integrantes de la convención que redactará la nueva Constitución, sobre lo cual había un apoyo mayoritario.
El centro de las discrepancias eran otros puntos vinculados a las modificaciones en el proceso electoral que conlleva el cambio de fecha.
En consecuencia, se acordó realizar el 18 de junio la segunda vuelta para elegir gobernadores en caso de que esta sea necesaria, y para el 18 de julio se fijó la primaria presidencial y parlamentaria; mientras que los comicios presidenciales y parlamentarios se mantienen el 21 de noviembre, tal como estaba previsto.
Asimismo se decidió que los días de votación sean feriados; la prohibición de aportes de campaña desde la promulgación de la ley hasta el 28 de abril, y que los alcaldes que van a reelección retomen sus actividades de inmediato aunque deberán abandonarlas nuevamente el 15 de abril.
Este último era uno de los puntos que más discrepancias generó, pues esas autoridades municipales estarán en sus puestos solo una semana.
Además, se suspende temporalmente la propaganda electoral, que se reiniciará el próximo 28 de abril.
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