Según el jefe nacional de epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa), Leonardo Labrador, ‘la Covid-19 ha marcado un precedente en la importancia que tiene la higiene dentro y alrededor de una vivienda y en la vida del ser humano’.
Precisó que si en abril de 2019 el país reportó 507 pacientes con dengue, actualmente solo hay 96, de los cuales 15 presentan signos de alarma, pues no hubo casos graves ni defunciones en el primer trimestre de este año.
De acuerdo con el informe sanitario, la mayoría de los portadores de esta enfermedad, trasmitida por el mosquito Aedes aegypti, se concentran en la occidental provincia de Chiriquí, con 46 casos; el capitalino distrito de San Miguelito; la comarca Guna Yala y varias áreas de la urbe citadina.
Se suman la vecina provincia de Panamá Oeste, las caribeñas Colón y Bocas del Toro y la central Veraguas, apuntó Labrador, quien aseveró que las atenciones médicas por intoxicaciones alimentarias también redujeron su incidencia en lo que va de 2021.
Esto responde, en gran medida, a que muchas personas adoptaron hábitos como preparar los alimentos en casa y el lavado de manos frecuentemente, subrayó el doctor, que advirtió sobre la necesidad de usar la mascarilla, pues ha demostrado ser una barrera contra la Covid-19 y la influenza, una de las dolencias más comunes en Panamá. Recordó que el distanciamiento físico también tuvo un efecto colateral positivo en la población, particularmente a la hora de frenar el avance de la pandemia como reflejan las estadísticas de los últimos dos meses.
Cifras del Minsa reflejan que la semana del 29 de marzo al 4 de abril cerró con dos mil 500 casos nuevos de la Covid-19, 41 muertes y menos de 100 hospitalizados en cuidados intensivos a nivel nacional.
Estos números son muestras de que la enfermedad logró el punto más bajo de todas sus variables, afirmó el epidemiólogo Arturo Rebollón, quien alertó sobre los peligros del ‘Síndrome de Superman’, una postura generada por la confianza de las personas ante los bajos niveles de infección.
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