De acuerdo con el diario Columbus Dispatch, estudiantes de la Universidad Estatal de Ohio se reunieron en el centro de la urbe para protestar por el tiroteo policial que mató a la joven y pidieron al centro docente que corte sus vínculos con las fuerzas del orden de Columbus.
La manifestación de unas 200 personas, comenzó en el Sindicato de Estudiantes, se trasladó por varias áreas citadinas y llegó hasta la sede de la legislatura del estado, mientras sus participantes exigían justicia y responsabilidad, a la vez que coreaban el nombre de la menor, asesinada por Nicholas Reardon, un agente policial de Columbus.
Los manifestantes también se reunieron en el edificio de la sede de la División de Policía de la ciudad y luego marcharon por las principales calles anoche, protestando por la muerte de de la menor.
El asesinato de Bryant a manos del agente tuvo lugar poco antes de que el exoficial Derek Chauvin fuera declarado culpable del asesinato de George Floyd en Minneapolis.
Las autoridades de Columbus intentan justificar la respuesta de Reardon frente a la menor, al señalar que el hecho se produjo cuando el oficial acudió al lugar en respuesta a una llamada de emergencia el martes por la tarde de una persona que aseguró estar en peligro de ser atacada con un arma blanca.
Al respecto, el diario Columbus Dispatch cita a un experto, quien respaldó el argumento oficial y señaló que el oficial de la policía actuó en correspondencia con el entrenamiento que recibió al dispararle a Ma’Khia Bryant
La ciudad fue escenario de manifestaciones tras este incidente, que se produce en un contexto de protestas e indignación contra el racismo y la violencia policial en Estados Unidos.
El hecho violento se suma a una cadena de acciones similares en las últimas semanas que llevaron al presidente Joe Biden a emitir una serie de órdenes ejecutivas destinadas a enfrentar esta situación que calificó de vergonzosa.
Según estadísticas publicadas por el diario The Washington Post, aunque la mitad de las personas asesinadas a tiros por la policía son blancas, los estadounidenses negros reciben disparos a un ritmo desproporcionado.
A pesar de que los afronorteamericanos representan menos del 13 por ciento de la población de este país, las fuerzas del orden las matan en más del doble de la tasa de los blancos.
De acuerdo con cifras de Gun Violence Archive, en lo que va de 2021 se registraron en Estados Unidos 150 tiroteos masivos, y durante todo 2020, hubo un total de 610 incidentes de ese tipo en este país, frente a los 417 de 2019.
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