Entre los argumentos principales para destituir a Newsom, del Partido Demócrata, están los cuestionamientos a su decisión de cerrar totalmente las escuelas y negocios durante meses para detener la propagación de la pandemia, con la consiguiente afectación económica, y también le achacan irregularidades en la distribución y administración de las vacunas en suelo californiano.
Las críticas aumentaron en noviembre pasado, cuando se supo que el gobernador cenó en un restaurante muy caro para celebrar el cumpleaños de uno de sus asesores, mientras urgía a los ciudadanos a que se quedaran en casa, algo por lo que se disculpó.
Autoridades del estado anunciaron que se recolectaron suficientes firmas válidas -1,6 millones-, 100 mil más de las necesarias-, como para que Newsom tenga que someterse a un referendo revocatorio.
La cantidad constituye el 12 por ciento de todas las papeletas emitidas en la última elección para gobernador, según un recuento publicado por la secretaria de Estado del territorio, Shirley Weber, y a menos que los tribunales lo impidan, el político enfrentará una votación sobre el tema para fin de año.
Si el procedimiento sigue su curso, esta será la segunda vez en la historia que el gobernador del estado más rico del país y a la vez bastión del Partido Demócrata, se enfrenta a un proceso similar.
La última ocasión que sucedió fue en 2003, cuando el entonces gobernador Gray Davies fue sacado del poder mediante este mecanismo, y sustituído por el actor de Hollywood Arnold Schwarzenegger, el último republicano en ocupar el cargo.
La campaña para destituir a Newsom fue inicialmente impulsada por activistas conservadores y seguidores del expresidente Donald Trump.
Sin embargo, ahora cuenta con el apoyo del Partido Republicano y de ciudadanos descontentos ‘de todo el espectro político’, según declaró Orrin Heatlie, quien introdujo la petición.
Newsom rechazó estas acciones como una campaña de sus adversarios políticos y señaló que este llamado a revocatorio ‘amenaza nuestros valores y busca deshacer el importante progreso que alcanzamos, desde el combate a la Covid-19, la ayuda a familias en dificultades, y soluciones lógicas contra la violencia armada’.
El político demócrata fue elegido para el cargo de gobernador en 2018, con más de un 60 por ciento de los votos,, tras desempeñarse como alcalde de San Francisco, y según expertos citados por el diario Los Angeles Times, ‘será difícil que Newsom tenga que dejar el poder’.
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