Dos personas familiarizadas con el tema informaron al periódico que la iniciativa, la cual podría aplicarse durante la próxima década, es sometida a consideración cuando el mandatario demócrata busca formas de recaudar dinero para pagar varias de sus propuestas gubernamentales.
Según el Times, se espera que Biden proponga reforzar el IRS con el fin de tomar medidas enérgicas contra las personas y las empresas que evaden el pago de impuestos federales.
Los fondos fiscales que se obtengan a partir de esa estrategia se emplearán en sufragar el costo de su Plan de Familias Estadounidenses, cuyos detalles revelará gobernante este miércoles antes de dirigirse a una sesión conjunta del Congreso.
De acuerdo con medios norteamericanos de prensa, se espera que este plan tenga un costo de al menos 1,5 billones (millones de millones) de dólares e incluya fondos para una enseñanza preescolar universal, colegios comunitarios gratuitos y créditos fiscales para luchar contra la pobreza.
El mencionado mecanismo también podría exigir aumentos de impuestos, incluido un incremento de la tasa impositiva marginal máxima sobre la renta para los estadounidenses ricos, y la subida de la tasa sobre la venta de acciones y otros activos para quienes ganan más de un millón de dólares al año.
Funcionarios de la administración citados por el Times consideran que perseguir de forma agresiva la evasión fiscal por parte de las corporaciones y los norteamericanos más acaudalados permitiría recaudar al menos 700 mil millones de dólares en forma neta durante 10 años.
Los 80 mil millones en fondos propuestos para el IRS serían una subida de dos tercios sobre todos los niveles de financiamiento de la agencia durante la última década.
Esta iniciativa de Biden se produciría luego de un largo debate en el país sobre la necesidad de cerrar la llamada brecha fiscal, entendida como la cantidad de dinero que los contribuyentes deben pero que no se recauda.
Charles Rettig, comisionado del IRS, declaró este mes a un comité del Senado que su agencia carece de los recursos para atrapar a los estafadores fiscales, lo que le cuesta al gobierno hasta un billón de dólares anuales.
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