Miembros de la etnia misak reivindicaron la acción bajo el argumento de preservar la memoria histórica de sus ancestros, según declararon algunos protagonistas a la televisión local.
Con anterioridad, pobladores de la localidad cercana de Popayán también tumbaron en septiembre otra escultura allí del mismo colonizador.
La acción de los nativos colombianos coincidió con el Paro Nacional de miles de personas en las principales ciudades del país, convocado en rechazo a las medidas impositivas del presidente Iván Duque contra los trabajadores.
Los manifestantes también protestan por la crisis económica y sanitaria, unido a las masacres y asesinatos de líderes sociales, defensores de la paz y los derechos, y exguerrilleros signatarios del Acuerdo de Paz de 2016.
La huelga fue convocada por las centrales obreras nacionales opuestas al llamado proyecto de Ley de Solidaridad Sostenible, que busca financiar la crisis económica generada por la pandemia de la Covid-19.
El texto legal presentado por el Gobierno incluye un incremento del Impuesto al Valor Agregado, la instalación de peajes urbanos y la modificación del artículo 424 del Estatuto Tributario que fija el régimen de exentos.
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