Louis Naud Pierre, miembro del CCI, dijo al diario Le Nouvelliste que el primer borrador divulgado en febrero pasado fue consultado con diversos sectores, incluidos los opositores, y actualmente se elabora un nuevo anteproyecto en base a esas recomendaciones.
De acuerdo con el profesor, las críticas sobre la legitimidad del Comité pretenden manipular la opinión pública y subrayó que la soberanía popular es ‘supraconstitucional’.
El presidente Jovenel Moïse impulsa una referendo para modificar la ley de leyes, sin embargo esta figura está expresamente prohibida en la carta magna vigente, aprobada en 1987 un año después de la caída de la dictadura de François y Jean Claude Duvalier (1957-1986).
Sus contrarios, a los que se sumaron aliados como su propio partido Tet Kale, deploraron la unilateralidad del proceso y la falta de consenso entre las fuerzas políticas, muchas de las cuales cuestionan la legitimidad de Moïse en el cargo.
Pierre admitió que la consulta popular es un punto problemático, pues no debe ser vertical e individual, sino hacerse mediante asamblea, en un parlamento con total transparencia.
Desde enero de 2020, la Asamblea Nacional de Haití cesó sus funciones al vencer los mandatos de todos los diputados y de dos tercios de los senadores, sin antes realizarse elecciones.
El país tampoco cuenta con una asamblea constituyente, y hasta el momento el proyecto de referendo es blanco de numerosas críticas.
No obstante, la víspera Guyrlande Mésadieu, presidenta del Consejo Electoral Provisional, aseguró que la consulta popular avanza hacia su fase final, y está prevista la votación de la nueva Constitución el próximo 27 de junio.
Mésadieu confirmó el cierre del registro de votantes con 4,5 millones de inscritos, lo que representa poco más del 64 por ciento de las personas con derecho al voto.
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