Un total de dos mil 300 agentes se desplegaron en torno a Lomo de Corvina, en el municipio de Villa El Salvador, en el lado sur de Lima, una parcela declarada intangible y carente de condiciones para construir por su subsuelo deleznable.
Al no aceptar gran parte de los ocupantes la orden de abandonar el lugar, se desataron disturbios en los que la policía lanzó gases lacrimógenos y los civiles intentaron contener a los uniformadas a pedradas.
Pasado el mediodía, el general Cervantes anunció que el desalojo había culminado 17 días después de la ocupación, con un saldo de 11 detenidos y cuatro agentes levemente heridos, sin mencionar daños personales entre los desalojados.
Vecinos de áreas urbanas cercanas al desalojo denunciaron que, al perseguir a los ocupantes sin techos, los policías lanzaron gases lacrimógenos que afectaron a quienes nada tenían que ver con el problema.
Antes de la operación de desahucio, los afectados pidieron que el Estado les otorgue otro terreno de propiedad estatal, demanda que no fue aceptada por el Gobierno.
Las invasiones de terrenos son una opción frecuente para quienes carecen de vivienda, a los que en diversas oportunidades se les ha reconocido como posesionarios de un predio, con el otorgamiento posterior de títulos de propiedad.
Según cifras no oficiales, Perú tiene un déficit de más de un millón 600 mil inbmuebles habitacionales, es decir que igual número de familas viven en deplorables condiciones.
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