Los militares, que dieron un golpe de Estado hace tres meses, confirmaron en una rueda de prensa las acciones en dos ciudades separadas, pero ningún grupo se atribuyó la responsabilidad.
En el primer ataque se dispararon cuatro misiles contra una base aérea cerca de la ciudad central de Magway en las primeras horas de este jueves, que según las autoridades impactaron en granjas, una carretera y un edificio en la base, pero nadie resultó herido.
Posteriormente, se dispararon cinco cohetes contra una de las principales bases aéreas del país, en Meiktila, que también se encuentra en el centro de Myanmar, desde una granja al norte de la base, pero tampoco hubo daños ni víctimas.
Las incursiones son una señal de deterioro de la seguridad desde que los militares derrocaron hace tres meses al Gobierno electo.
Si bien las Fuerzas Armadas han estado luchando contra insurgentes en regiones fronterizas remotas durante décadas, los ataques contra instalaciones militares de tan alto perfil en áreas centrales han sido raros.
La lucha entre los militares y los insurgentes de las minorías étnicas también se incrementó desde el golpe de Estado.
Medios locales de prensa informaron que se intensificaron los controles de seguridad en las carreteras fuera de las bases después de las explosiones.
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