Ninguno de los dos países cumplió el Acuerdo de Declaración de Principios de 2015 y están unidos con miras a bloquear el segundo llenado del embalse, afirmó en conferencia de prensa Nigussie, profesor de diplomacia en la Civil Service University.
Es evidente, dijo, que intentan frenar cualquier conversación acerca del tema, con el auspicio de la organización continental, entre más razones porque ese proceso técnico no tendrá un impacto significativo en sus programas de aprovechamiento del río Nilo.
Hace seis años se acordó realizar los diálogos para establecer cómo explotar la presa, sin interrumpir su construcción, por lo que la demanda de egipcios y sudaneses de firmar un convenio vinculante previo al llenado es totalmente inaceptable, comentó.
Verter 18 mil millones de metros cúbicos de agua en la GERD (siglas en inglés) en la próxima temporada de lluvias, cambiaría el curso de las conversaciones y obligaría a Egipto a perder su hegemonía de larga data sobre el Nilo, aseveró el especialista.
Además de permitir que Etiopía utilice esas aguas de manera justa y equitativa, añadió, también trasladará a El Cairo la responsabilidad de proteger el proyecto, por el bien de su propia seguridad.
Consideró, asimismo, que el llamado del primer ministro de Sudán, Abdalla Hamdok, a una reunión trilateral a puerta cerrada para tratar el asunto ‘elude el papel de la Unión Africana en la negociación y beneficia a los países aguas abajo’.
Señaló también que ‘la última charla en Kinshasa no debe considerarse un fracaso’ porque allí Etiopía mostró su compromiso de buscar soluciones africanas a los problemas africanos y su confianza en la capacidad del organismo continental para manejar asuntos complejos.
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